lunes, 18 de noviembre de 2013

El lenguaje de signos en la práctica educativa

En la práctica educativa, tanto maestros como especialistas pueden utilizar el lenguaje bimodal fundamentalmente como sistema de comunicación con el niño.

Esto nos permite hacer más natural la relación con él, ya que es posible comentar y expresar muchas más situaciones. Así mismo, el niño podrá expresarse con mayor precisión y amplitud.
Aunque se pretende que la adquisición de los signos sea natural, es interesante utilizar algunos signos de manera más sistemática, especialmente aquellos que se refieren a nociones fundamentales que pueden plantear más dificultades al niño sordo:
1) Nociones espaciales (dentro, donde, fuera, debajo...)
2) Nociones temporales (cuando, después, pronto, rápido, despacio...)
3) Nociones causales (porque, para...)
4) Categorías (tamaños, colores, formas...)
5) Preguntas concretas (qué hace, quién, cuántos...)
En general, el lenguaje de signos permite el desarrollo de actividades que sería muy difícil llevar a cabo con una comunicación exclusivamente oral:
  • Contar cuentos y secuencias lógicas de acción.
  • Planificar el juego, o las actividades que se van a hacer.
  • Comentar y recordar lo que se hizo el día anterior.
  • Explicar lo que sucede, por qué hay que hacer unas cosas y otras no.


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