lunes, 18 de noviembre de 2013

El papel del maestro de apoyo especialista en la educación del niño sordo

En la gran mayoría de los casos, la integración del niño sordo requiere la presencia de un maestro especialista de la educación del niño sordo que colabore con el maestro dentro del aula de integración para favorecer el progreso del niño y su aprendizaje.

Igualmente debe tener competencia suficiente para utilizar los medios de expresión y comunicación que se ajusten mejor a sus posibilidades. Esta preparación específica del maestro de apoyo para colaborar con éxito en el desarrollo del niño sordo incluye también el conocimiento del lenguaje de signos. Parece razonable que entre las habilidades que debe poseer el maestro de apoyo o el logopeda que trabaja directamente con el niño, para ayudarle a resolver los problemas que encuentra en clase o hacerle más fácil la comprensión de lo que se transmite en el aula, esté el conocimiento del lenguaje propio de los sordos. Esto no quiere decir que este lenguaje deba ser utilizado necesariamente con elniño sordo. Dependerá en cada caso de las posibilidades educativas del niño y de la mayor o menor necesidad de emplear varios sistemas de comunicación con él. La decisión más adecuada depende también de la historia comunicativa den niño y del proyecto pedagógico del centro en relación con la integración del niño sordo. Otro de los puntos que suscitan discusión es el de la forma concreta de llevar adelante el apoyo que el niño necesita. De nuevo aquí hay que comenzar señalando que depende de las características del niño y de sus posibilidades comunicativas y de aprendizaje. No obstante, es posible indicar situaciones más diferenciadas: ayudando al maestro tutor o trabajando fuera de la clase en el aula de apoyo o aula de logopedia.
En la primera situación, la colaboración puede a su vez adoptar diversas modalidades. En unos casos, el maestro de apoyo necesita y prepara materiales, información, textos..., para que el tutor los utilice en clase con el niño sordo. En otros casos, puede trabajar directamente con el niño sordo, explicándole los temas que se han suscitado, clarificándole interrogantes y presentándole un plan de trabajo más adaptado al nivel del niño sordo. Finalmente puede también realizar su tarea con un grupo de alumnos entre los que está el niño sordo. De esta forma, no sólo explica la información, sino que al mismo tiempo puede impulsar, canalizar y facilitar la comunicación y el intercambio en el trabajo entre alumnos oyentes y el alumno o alumnos sordos. Esta modalidad grupal, incluso cuando se realiza fuera de clase, tiene un enorme valor pedagógico y contribuye a favorecer la integración delniño sordo.

En la segunda situación, el maestro de apoyo trabaja con el alumno fuera de la clase, en el aula especializada o de apoyo. Normalmente este trabajo se centra en la adquisición y desarrollo del lenguaje y/o en el aprendizaje de materias que son difícilmente asimilables con los compañeros oyentes. Aquí también la organización del trabajo puede ser individual o en pequeño grupo.

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